Prédica 3 de Noviembre 2024

Hoy vamos a hablar acerca de un tema muy importante, algo que la palabra nos habla y es la meta de todos y es la madurez, la madurez en el cristiano. Primero que nada vamos a orar para entregarle este tiempo al Señor y que cada palabra sea una palabra que venga de su corazón. Oremos. Señor Jesús, gracias por esta mañana. Gracias Padre por tu presencia, por tu amor hacia nosotros. Padre, hoy estamos tan agradecidos esta mañana y hoy te pedimos, Señor, que siembres una semilla en nuestros corazones. Padre, te entregamos, Señor, esto que cada palabra que salga a mi boca sea tu Palabra Espíritu Santo. Eres bienvenido a este lugar. Redargúyenos, guíanos, Señor. Confrontanos. Necesitamos, Señor, vivir una vida madura en ti. Ayúdanos a crecer en el nombre poderoso de Jesús. Amén y amén. Amén. Sabes, la madurez es algo que todo cristiano necesita enfrentarse naturalmente. La madurez es algo natural. Usted mira una fruta, usted la corta, usted la deja en el frutero. ¿Y qué va a esperar? Que se madure, ¿verdad? Un niño nace, ahí por ahí está Felipe, que vino por primera vez, nos gozamos, ¿verdad? Pero ¿qué vamos a esperar? Que pase…